domingo, 15 de diciembre de 2013

Por una europa federal.

Una vez realizada la presentación de mi candidatura, voy a comenzar explicando por qué de todas la cuestiones que nos preocupan a las personas que estamos involucradas o interesadas en EQUO, yo me he centrado en un nuevo modelo territorial europeo.
En estos momentos tenemos en el estado español un problema de gran calado que es la convocatoria de una consulta por parte del Gobern de Catalunya para saber si los catalanes quieren ser un Estado y si ese Estado tiene que ser independiente. En el Pais Vasco llevan varios años lanzando órdagos parecidos pero sin poner fecha a la consulta. En Galicia comienza a ser una realidad la necesidad de entablar un debate pero sin definirnos todavía en las formas o el modelo. Por parte del Gobierno español se mira para otro lado y amparándose en la Constitución siguen con la idea de que España es “una, grande y...”.
En la Unión Europea (en adelante UE) se hace lo mismo que en el Gobierno español e incluso amenazan que aquel territorio que se quiera separar quedará automática mente fuera de la UE. Una UE que a la actualmente pertenecen estados que formaban parte de otros países y que tuvieron que pasar por crueles guerras civiles. ¿Es que estamos esperando que en España pase lo mismo, y después de que se derrame la sangre entonces si aceptamos?
Otra Europa es posible y otro modelos territorial es necesario. Desde luego, en el cajón "federalismo" se enmarcan muchas posibles propuestas a debatir.  En EQUO preocupa esto, y precisamente en la consulta en red  “Reinicia la democracia”, la propuesta más votada fue la que se refería a la República. De esas propuesta he sacada algunas relacionada con el tema:
A muchos da miedo hablar más allá de República, como si decir República Federal fuera un tabú. Pero si eso ya un pequeño problema, para una gran mayoría, su republicanismo termina al llegar a los Pirineos ¿Por qué luchar por la República de hace 80 años y no por la República del s.XXI? Porque lo que toca no es la Tercera, sino la I República Federal Europea.
El que quiera luchar por una República Nacional panCastellana, que lo haga, pero de principio tiene el NO de la gran mayoría. Pero el que se crea que una República Federal Española tiene la solución, que despierte. Tal vez, a corto plazo pueda parecer la solución, pero a largo plazo, conllevará la disolución. Si si, la disolución dentro de una Europa Federal formada por las regiones-estado y no por los decimonónicos estados-nación. Y es que nuestro actual problema no es exclusivo del estado español. Es de TODA Europa.
Hay que cerrar constitucionalmente el modelo territorial para superar el "parche" del modelo autonómico hacia un Estado Federal.  ¿Federal de donde? ¿España?, ¿Europa?
Sea de donde sea pero tenemos que implicarnos en proceso constituyente y precisamente pude ser desde Europa donde mejor se pueda luchar para ello, buscando la protección dentro de la UE para todas las regiones que perteneciendo a un Estado quieran dar un paso hacia la autodeterminación. (Escocia, Valonia, Flandes, Toscana, Azores, Irlanda, Bretaña, Ocitania, ...). Tenemos que luchar por el paso previo o directamente luchar por la Europa Federal que YA necesitamos y la que de VERDAD resuelve nuestros eternos problemas territoriales, sociales y económicos.

Con esto dejo la pregunta:  ¿a EQUO le interesaría formar una coalición para las europeas con los partidos que tengan unas aspiraciones parecidas? Léase Anova, Bildu, Chunta,Compromis...
https://twitter.com/OscarMilego

viernes, 13 de diciembre de 2013

Mi candidatura a las primarias europeas de EQUO

Partiendo de la idea de que EQUO es un partido creado por votantes para poder votar, también creo que EQUO es un partido que da una oportunidad a las personas que no nos conformamos con la realidad que vivimos y queremos aportar nuestras ideas para una nueva visión del entorno que nos rodea. Cada vez somos más las personas que llegamos a un momento en que no podíamos ejercer el derecho al voto porque los partidos existentes no representan las ideas que queremos llevar a las  instituciones. La mayoría opta por quedarse es sus casas sin hacer nada,  otorgando así más valor al voto de unas minorías que convierten en mayorías absolutas los gobiernos de la sinrazón. Yo pertenezco a ese otro grupo que pretende dar un paso adelante y a través de EQUO trato de involucrarme en la vida política de un país en que los estamentos que nos gobiernan no me representan. Mi primer paso fue involucrarme un poco en las concentraciones del 15M de Vigo, a donde acudía a oír, ver y conversar. En este periodo fue donde conocí EQUO y me gustó desde el principio ya que un día había soñado con algo parecido. Comencé a recoger avales y me involucre de pleno en la campaña de las generales 2011 en Pontevedra. Desde entonces llevo ocupado  varias responsabilidades en EQUO Pontevedra y en la creación de EQUO Galicia. En la actualidad soy el representante por Pontevedra en la Mesa Nacional.
Me presento a las primarias para hacer valer que somos un proyecto com-partido, para defender los idearios de EQUO y la ecología política, por la necesidad de trabajar porque tengamos una Europa muy diferente de la que tenemos, una Europa en la que las regiones tienen que tener más peso y por lo tanto debemos trabajar para una Europa de federaciones en la que las actuales comunidades autónomas del estado español y otras regiones de diferentes estados europeos, puedan ser socias de pleno derecho, sin las actuales amenazas de dejar fuera a las regiones que tengas aspiraciones secesionistas.
Necesitamos otra Europa, con otros dirigentes que aporten un nuevo modelo territorial europeo, una Europa más justa, social y sostenible y que cierren las puertas a los intereses meramente económicos,  desbancado del parlamento a las personas que llegan por querer seguir permaneciendo en la política cuando no tienen crédito en sus lugares de origen. Necesitamos más personas para luchar por el bien común y no por el bien de los lobbies o de las multinacionales, una Europa que haga de la protección social su bandera.
Procuraré estar atento al Twitter: https://twitter.com/OscarMilego
http://equomunidad.org/gl/users/orhugas
oscarmilego.equopontevedra@gmail.com

miércoles, 11 de abril de 2012

La sinrazón de los ejércitos.


En el mundo en el que vivimos, por no decir en el país en el que vivimos, no veo la necesidad de tener un ejercito armado. Algún país en Europa, ni lo tiene ni falta que les hace, y aquí para lo único que sirve, es para defender la soberanía de un islote llamado Perejil por si la cabra que allí vivía quería apoderarse del pedrusco. Quizá hace falta para que alguien le haga honores a una bandera ya que a la mayor parte nos la trae al pairo (a mi me da igual que sea roja y amarilla, que le pongan el morado o que la hagan multicolor). A ver si desaparecen todos los ejércitos del mundo y con ellos sus himnos y banderas.
En la época de recortes que vivimos en este país, el ejercito se salva de ellos y tiene su razón el contrato firmado por el antiguo gobierno para renovar el armamento y los carros de combate. Digo yo: si estamos metidos en la OTAN y en la ONU, ¿no podemos tener una fuerza que esté integrada en estas organizaciónes y así nos ahorramos una buena pasta?
Tampoco es plan de que cerrar los cuarteles y que crezca el numero de parados, ni tampoco de quitar la sinrazón de los escalafones militares ni sus saludos marciales, ni de acabar con el sadomasoquismo al que se someten sus integrantes a la hora de hacer instrucción y ejercicios militares (no quiero citar ya la excitación que les produce tener armas de matar en sus manos).
Propongo, por lo tanto, que si bien tienen que existir los ejercitos por todos sus significados castrenses, que los modernicemos y les cambiemos las armas por herramientas de prevención.
Me explico: en lugar de tener barcos de guerra, deberíamos tener barcos de investigación marina, buques de apoyo a los barcos que precisan ayuda, barcos de actuación rápida contra catástrofes medioambientales, vigilancia de los barcos y tripulantes que convierten el mar en el lugar de actuaciones ilícitas...
El ejercito de tierra podría cambiar los tanques por vehículos que sirvan para limpiar los montes y prevenir los incendios, tener unidades de intervención rápida en caso de desastres en los ríos, unidades de ayuda cuando los pueblos y los vehículos quedan aislados por la nieve, unidades de acción rápida para inundaciones, terremotos, etc.
Y el ejército del aire cambiaría los cazas por aviones de vigilancia de los montes y las costas, los bombarderos por aviones para desplazar los medios terrestres y no se cuantas cosas más.
Casi todas las cuestiones que se me ocurren tienen que ver con el medio ambiente, uno de los mayores perjudicados por los recortes presupuestarios, y con este ligero cambio de objetivos (militares, digo) ganaría el medio ambiente y ganarían los integrantes de los ejercitos, que serían vistos como personas que ayudan a otras en lugar de salvajes que juegan a la guerra.
A cambio, les dejamos seguir con los saludos, los ejercicios, las maniobras y los ascensos, eso si, como agentes medioambientales.
Por cierto, con la crisis, ¿anularán el desfile militar de todos los años?

Presentación.


Yo volví a nacer cuando me fui a vivir a Alicante y más aún el día que un tal Pedro Girona se cruzó en mi camino. Andaba yo en aquellas fechas preocupado en mis metas profesionales, en tener una buena casa, un buen coche y una buena moto. Entraba dinero y así como entraba, salía, vamos, lo consumía. El dinero se iba en ropa, cenas, viajes, muebles, tenía una vida de lo más consumista, y porque no decirlo, era feliz. Cuando me enteré de la llegada del tal Pedro a mi empresa, hermano de uno que ya trabajaba conmigo, encendió en mí una luz de alarma en que vi que todo por lo que había luchado en la empresa, se lo llevase el con su llegada. Lo recibí bien, tendiéndole mi mano y dispuesto a ayudarlo en todo lo que me fuera posible, y desde aquel día fue mi compañero inseparable en el trabajo y fuera del. Lo primero que hizo fue cambiar la emisora que sintonizábamos en la furgoneta y en el trabajo (puso Radio 3) y con ello le dio un vuelco total al sentido musical que yo tenía. Ya iba bien encaminado, pero me puso en la dirección correcta. Pero en lo que realmente me encaminó fue en la forma en que afrontaba la vida. No le preocupaba llevar dinero o no, no le importaba tener una casa o vivir en cualquier lado compartiendo casa, le daba igual la comida, comía cuando tenía hambre, no se inmutaba con nada, respetaba a las personas, admiraba a los animales y cuidaba su entorno. Le llamábamos “el jipi” o “el rojillo”. Era rojillo por fuera pero muy verde por dentro. Cuando tenía un rato, escapaba a la sierra del segura, donde había nacido y donde tenía su fuente de vida. Se cogía el saco y se camuflaba en la sierra en la berrea de los venados, cuidaba de los olivos centenarios de su pueblo en aras de la producción de aceite ecológico, era de dar paseos por el campo y de coger la azada para plantar unos tomates, que luego degustábamos, con sal, olivas y buen aceite. Nos fumábamos unos buenos cigarros con su tabaco “ecológico” (muy verde también) unas cervecitas y a ver pasar la vida haciendo lo que mejor se puede hacer con ella: disfrutarla. Siempre cumplía con su trabajo y siempre cumplía con su amistad: “lo que mejor que puede hacer un amigo por ti es no echarte las cosas en cara ni decir lo que debes o no hacer”. Todo en mí cambió con mi relación con él, así como el día a día en esta tierra tan desconocida para mí, con un ritmo y un paisaje tan diferente al gallego, unas gentes tan diferentes y tan dispares, un idioma desconocido (que poco a poco fui haciendo mio) y una inmigración galopante que hacía que convivieses y trabajases con italianos, alemanes, franceses, ingleses, rumanos, rusos, cubanos, argelinos, marroquíes, holandeses, andaluces, castellanos, extremeños… Era un lugar en donde no había fronteras, las banderas eran de cada uno y el idioma lo compartíamos entre todos. Me mezclé con negros, moros, sudacas, mafiosos, traficantes, trapicheros, putas, maricones, explotadores, matones y un largo etc. de personas que están en una escala social diferente a la que consideramos gente normal, y en todas ellas tan solo me encontré lo que son: PERSONAS.

Entre un ambiente tan desconocido hasta entonces para mí, y el buen hacer de mi amigo Pedro, desterraron de mí a la persona conservadora que era, y fui mudando poco a poco mi aspecto, mi forma de pensar y sobre todo de vivir. Siempre dije que para conocer lo bueno siempre hay que conocer lo malo, y a día de hoy tengo bien claro lo que considero malo en esta vida.

De vuelta a Galicia y con una vida tan diferente que con la que me fui, seguí con la lección bien aprendida para la sorpresa de familiares y amigos y me encontré con la sinrazón del incomprendido. Hoy soy tal y como soy, como me gusta, con las contradicciones que a veces conlleva la vida que profeso y convencido de que el mundo y la vida tal y como está concebida es equivocada.